Visión y conducción
Una buena visión es indispensable para una conducción segura. De hecho, un informe de FESVIAL (Fundación Española para la Seguridad Vial) confirma que, para la mayoría de los conductores españoles, entraña mayor riesgo conducir con mala salud visual que hacerlo mirando el teléfono móvil o circular con los neumáticos desgastados. Sin embargo, aunque nos parezca evidente que para conducir un vehículo es imprescindible mantener una buena visión, el mismo informe señala que casi 8 millones de personas conducen sin la adecuada agudeza visual.
¿Cuáles son los aspectos visuales esenciales en la conducción?
La agudeza visual es fundamental para conducir con seguridad. Se define como la capacidad de nuestro sistema visual de identificar nítidamente estímulos o detalles de objetos en condiciones normales de iluminación y a una distancia determinada. Habitualmente se suele confundir con los defectos de refracción (miopía, hipermetropía, astigmatismo o presbicia) que son sólo causas de disminución de la agudeza visual si no se corrigen.
El campo visual marca el espacio que abarca nuestra visión cuando nuestros ojos están enfocando un punto fijo. También se conoce como visión periférica, ya que engloba toda la imagen que rodea al centro del enfoque, y es de vital importancia a la hora de conducir. Junto a la estereopsis o “visión en profundidad”, nos ayuda a percibir los objetos que se sitúan fuera de nuestro punto de enfoque (coches que se aproximan por un lateral, obstáculos en la vía, el trazado de la carretera…), y también a percibir la posición de unos objetos con respecto a los otros e incluso su velocidad de movimiento.
Asimismo, tanto la visión nocturna como la visión de los colores son imprescindibles para conducir con seguridad. Mantener una buena sensibilidad al contraste en condiciones de baja iluminación puede ayudarnos a reconocer las señalizaciones o ver a los peatones que cruzan, la visión de los colores nos permite reconocer las señales luminosas (semáforos, luces de freno…).
¿Qué cambios visuales pueden afectar a la conducción?
Como hemos visto, para la conducción es necesaria una óptima agudeza visual. Por eso, las personas que necesiten corrección (gafas, lentes de contacto) deben llevarla actualizada y en buenas condiciones. La cirugía refractiva también puede ser la solución en muchos casos.
La mayoría de los cambios que se producen en la visión se deben al paso del tiempo. La aparición de la presbicia y, con el tiempo, de cataratas, afectan tanto a la agudeza visual como a la visión nocturna. La sequedad ocular también puede mermar las capacidades visuales necesarias para la conducción. Otras patologías como la DMAE (Degeneración Macular Asociada a la Edad), retinopatía diabética o glaucoma, responsables de la mayor parte de los casos de disminución de la agudeza visual y del campo visual, pueden afectar de forma importante a una conducción segura.
Aunque para algunas personas estos problemas se manifiestan de inmediato, en otros la pérdida de agudeza o campo visual es menos evidente. Por ello, realizar revisiones oftalmológicas de manera periódica es de suma importancia para la detección y tratamiento precoz de cualquier patología ocular que pueda producir una pérdida de visión e influir en la seguridad durante la conducción.
Recomendaciones
La Academia Americana de Oftalmología recomienda revisiones visuales ante cualquiera de las siguientes situaciones:
- Disminución de la agudeza visual o visión borrosa
- Deslumbramientos, halos o destellos durante la conducción
- Manchas en su visión central o sombras en su campo visual periférico
- Dificultades durante la conducción para reconocer peatones, señalización de la calzada u otras señales luminosas
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Victoria de Rojas Instituto Oftalmológico es un centro especializado en cirugía refractiva, cataratas y párpados, ofreciendo siempre el mejor servicio
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